domingo, 16 de marzo de 2014

TRINCHERAS EN UNA MAÑANA DE PRIMAVERA. ALFAJARIN


Con un puñado de caramelos, dos botellines de agua, El Xantia y TwoNav, me adentro por los montes de Alfajarín para acercarme a la posición de trincheras ubicada en la zona de los Agudos


Tras atravesar una competición de tiro con arco y recorrer poco más de un kilómetro por el barranco de San Juan, empiezo a ganar altura. A los 45 minutos ya vislumbro dos elevaciones que por su configuración creo que les corresponde el topónimo que voy buscando: "Los Agudos". Se trata de dos lomas atrincheradas en varios niveles y comunicadas entre sí por un potente ramal que asciende hasta lo más elevado de cada una de ellas.




La zona de vida, hecha a base de piedra seca, se conserva muy bien y son visibles varias edificaciones con muros de  un metro de altura. Por su parte, la zona de combate se conserva igualmente muy bien, ya que a pesar de la colmatación, las trincheras son muy evidentes y en algunos momentos llegan también al metro de profundidad.



Por la orientación (zona de vida orientada al oeste y zona de combate, orientada al este) la construcción originaria corresponde al bando sublevado, formando parte del cinturón defensivo de Zaragoza. Aunque el hecho de que las trincheras rodeen por completo las elevaciones, puede hacer pensar que estas posiciones fuera conquistadas por las tropas republicanas en la ofensiva sobre Zaragoza del verano de 1937 y orientadas hacia el nuevo frente. Las tropas republicanas, tomando como referencia la localidad de Alfajarín, se ubicaban al oeste, en las zonas denominadas Suela Alta y Balsa Salada, siendo las más occidentales las que se encontraban frente a la posición sublevada del vértice Primoral, lugar que ya visité hace un par de años y que conserva unos vestigios muy interesantes (bajo relieve de una mano en el ventano de un bunker, caseta de vigilancia de hormigón con grafías en su interior). Estas tropas estaban compuestas entre otras por la 26 División (antigua columna Durruti, cuyo puesto de mando estaba en Bujaraloz, perteneciente al XI Cuerpo de Ejército. Las tropas nacionales estaban encuadradas dentro de la 5ª División.






 Encuentro una cueva excavada en el terreno, en la que se aprecia una habitación lateral, de poca capacidad.  Estas excavaciones en yeso no me dan mucha confianza, y tengo miedo a un derrumbe. Riesgos de ir solo. Si se me cae el techo de una de estas cuevas, cualquiera me encuentra. Antes de llegar, en el barranco de San Juan,  un cartel me acerca a la Cueva Encantada, a cuya entrada me acero, pero por lo anteriormente comentado, no me atrevo a visitar. Además, en esta cueva se aprecian derrumbes recientes, lo que ratifica mis temores

En esta imagen se aprecia el ramal que comunica las dos elevaciones de las que consta esta zona atrincherada.


La imaginación me lleva a pensar que en ese tubo metálico encastrado en un bloque de hormigón, con el texto  OP 137, pudiera estar anclada una bandera (para eso estamos en lo más alto de la loma atrincherada)

En las lomas de la parte central de la fotografía, a buen seguro se encontrarían las tropas republicanas, antes de la ofensiva del verano de 1937

El ramal que comunica ambas elevaciones desde la colina más orientada al sur.

No encuentro ningún resto indicativo de que hubiera combates. Ni casquillos, proyectiles, metralla o algún elemento. Ni latas de conserva ni cristales de botellas. Los restos de posibles combates han sido devorados por la naturaleza o recogidos por los buscadores de chatarra bélica. Solo encuentro una chapa-tapón de botella, muy oxidado que dejo en el lugar

Al norte de esta posición, más adelante de la torre de alta tensión se encuentra la zona del Primoral, donde sí que hubo combates a raíz de la cantidad de material que todavía sigue encontrándose en un paseo normal  
Finalizo la excursión con una visita al Toro, el castillo y la panadería  de la localidad




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