El capítulo III "Símbolos y actos contrarios a la Memoria Democrática", del borrador del anteproyecto de ley de Memoria Democrática de Aragón recoge la obligación de retirada o eliminación de:
Art. 25.1
a) Placas, escudos, insignias, inscripciones y otros elementos sobre edificios públicos o situados en la vía pública.
b) Alusiones que desmerezcan a la legalidad republicana y sus defensores.
c) Alusiones a los participantes, instigadores y legitimadores de la sublevación militar de 1936 y la dictadura franquista.
No me parece mal quitar yugos y flechas, pero arramblar con las placas que recuerdan a los soldados muertos en acto de servicio y que aparecen en las portadas de las iglesias de muchos pueblos, o en terrenos olvidados de antiguas batallas, va a levantar muchas ampollas y remover innecesariamente muchos sentimientos y dolores, anestesiados por el paso del tiempo. Lijen, pulan, esmerilen, desbasten, cincelen el nombre de J.A. Primo de Rivera, de F. Franco, pero dejémne al cabo Martínez en la iglesia de su pueblo.
Caido en la batalla por Zaragoza en el verano de 1937. Todos los años le ponen flores. ¿Fascista? ¿Miliciano? ¿Republicano? ¿Brigadista? ¿Italiano? Simplemente un soldado. Cruz homenaje (no diré donde, por si acaso) en la estepa Zaragozana.
Las autoridades del periodo franquista respetaron mucha iconografía republicana, no sé si por economía, ignorancia, o simplemente por respeto a la Historia. Este escudo se encuentra dentro del antiguo edificio de la Capitanía General de la V Región Militar, en Zaragoza. Además de éste, dentro del edificio que regía el ejército de cuadrante noreste de España., hay bastante decoración en sillas y tapices con iconografía republicana,
Que la democracia no sea más excluyente e ignorante que el fascismo que se pretende denunciar.
Prisión de Granada
Monumento a los héroes de la campañas de Africa, en Melilla
No hay comentarios:
Publicar un comentario